¿Cómo se hace una carta de renuncia laboral?

Escribir una carta de renuncia para dejar tu actual trabajo puede ser una de las decisiones más importantes que tomes este año, y un nuevo camino que definirá tu futuro.

Es una decisión que no se debe tomar a la ligera, especialmente porque puede no ser muy buena para ti. Dicho esto, quizás sea justo lo que necesitas para tener el trabajo que siempre soñaste, emprender tu proyecto personal o tomarte un tiempo para descubrir exactamente qué es lo que quieres.

Si ya tomaste la decisión, el siguiente paso es redactar tu carta de renuncia: el documento con el que formalmente pedirás terminar tu relación laboral con la empresa u organización para la cual trabajas.

Si estás teniendo problemas para escribirla, deja que te recomiende una serie de pasos que puedes seguir para que tu carta de renuncia sea redactada de la manera correcta.

1. Sé conciso

Regularmente, las renuncias son momentos incómodos y mientras más rápido acaben, mejor. Por eso, es importante que tengas la consideración de ser breve en tu redacción.

Puedes comenzar diciendo que, mediante el documento, expresas tu necesidad de dejar la empresa.

Muchas personas pueden llegar a utilizar su carta de renuncia como un texto en el cual se despiden de sus compañeros. Sin embargo, esa puede no ser la mejor opción, a menos que lleves muchos años en la empresa y realmente tengas una relación muy personal con tus colegas.

Si ese no es tu caso, puedes comentar de manera muy corta en la carta que estás agradecido por las oportunidades brindadas.

No olvides que nunca debes cerrar por completo la puerta con nadie en el mundo laboral, especialmente con empresas en las que hayas trabajado.

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2.  No expliques los motivos

Lo más relevante de la carta es tu anuncio de renuncia. Los motivos sólo llenarán de contenido una carta que debe ser lo más discreta posible.

Tu actual empleador realmente no necesita saber a detalle tus planes a futuro. Eso sí, no lo pongas en la carta, pero si te pregunta respóndele.

3.  Utiliza lenguaje formal

Seguramente tienes muy buenos amigos en el lugar donde trabajas, incluso puede ser que hayas permanecido durante muchos años y te duela mucho abandonar la empresa.

Sin embargo, en tu carta de renuncia debes utilizar un lenguaje formal, yendo siempre al corazón del asunto.

¿Sí te conviene renunciar?

Con estos consejos, ahora ya sabes cómo hacer una carta de renuncia sencilla, pero hay otro tema que es de vital importancia y que es importante que analices: ¿sí te conviene renunciar?

Estoy seguro que ya has pensado en esto, no pretendo que no lo has hecho, pero no está nada mal darle otra repasada, y la mejor forma de hacerlo es respondiendo 3 preguntas que te mostraré a continuación.

1. ¿Serás feliz con tu nuevo plan?

La mayoría de las personas que piensan en entregar una carta de renuncia lo hacen porque sufren en su empleo. La desesperación nunca es buena consejera, por ello debes pensar detenidamente si irte a otro lugar es lo que realmente te hará feliz.

Hay detalles de peso que debes evaluar, por ejemplo:

• Tu sueldo: si es bueno, ¿podrás conseguir un sueldo similar en poco tiempo?
• ​Ubicación: a lo mejor tu trabajo actual está cerca de tu casa, o de repente está muy alejado y la distancia es lo que más afecta tu estilo de vida de forma negativa.
• Oportunidad de crecimiento: en tu trabajo actual, ¿tienes oportunidad de crecer desde el punto de vista profesional? Si la respuesta es no, entonces renunciar es la mejor opción. De nada sirve estar en un sitio que te invita a quedarte estancado. De hecho, podría decirse que es peligroso.

Chris Hurn, autor de The Entrepreneur’s Secret to Creating Wealth: How The Smartest Business Owners Build Their Fortune, asegura en su exitosa obra que “muchas personas sufren en silencio en sus empleos, pero antes de lanzarte a convertirte en tu propio jefe debes creer que eso te hará más feliz. Si no puedes decir que crees que así será, entonces no lo hagas”.

2. ¿Puedes cubrir tus gastos?

Si decides renunciar y ya tienes asegurado un nuevo empleo, entonces estás en la posición ideal. Sin embargo, si deseas desligarte y no tienes una opción clara de trabajo a futuro, debes preguntarte si eres capaz de cubrir tus gastos mientras consigues un nuevo ingreso.

Saber calcular la capacidad de cumplir con tus obligaciones monetarias es fundamental. Dicho esto, aunque puedas mantenerte un corto tiempo con los ahorros que lograste juntar, ¿realmente es prudente acabar tus fondos por apresurarte a entregar tu carta de renuncia?

¡Ten cuidado!

3. ¿Estoy dispuesto a cambiar mi rutina?

El estilo de vida que tenemos es nuestra cotidianidad llevada a la práctica. Tu actual trabajo forma parte de ella, eso es una realidad, y dejarlo puede cambiar dramáticamente la forma en que estás acostumbrado a comportarte.

¿Estás dispuesto a dejar tu estilo de vida a un lado por tus intenciones de renunciar? Si tu respuesta es sí, intenta prepararte psicológicamente para el cambio. Quizás suene algo trillado, pero es verdaderamente importante. La mayoría de las veces, nos frustramos porque creamos expectativas demasiado altas o carecemos de ellas en primer lugar.

Si te vas y sigues sin cumplir tus objetivos, entonces tu posible carencia de satisfacción no estaba ligada a tu trabajo, sino a ti como individuo.

Otras preguntas que puedes responder para saber si tu renuncia estará bien justificada son:

• ¿Estoy preparado para afrontar un nuevo trabajo?
• ¿Puedo lograr los objetivos que quiero sin necesidad de renunciar o es inevitable?
• ¿Hay cualidades o actividades en las que necesito mejorar?
• ¿Tengo un plan real y organizado de lo que voy hacer luego de renunciar?
• ¿Estoy seguro de que ese plan es factible?

Así que ya lo sabes, renunciar no es una decisión cualquiera. Piénsalo bien, convérsalo con personas importante para ti y no tengas miedo, seguro tomarás el camino correcto.

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