Las 3 características de un buen orador
¿Conoces las características de un buen orador?
Hablar frente al público es una actividad vital para muchos profesionales como los del Derecho, la Pedagogía, la Psicología, las Ciencias de la Educación, entre otros. En el siguiente artículo te diremos 3 características de un buen orador que lo hacen distinguirse de cualquier otra persona que hable en público.
Pero, ¿qué es la oratoria? Si bien la oratoria puede tener múltiples fines, como dar una clase, exponer un punto frente a un jurado o transmitir un nuevo proyecto a tus colegas, existen ciertos elementos que ayudan al orador a convencer, informar, alertar o plantear sus puntos de manera efectiva y precisa.
A continuación, te diremos cuáles son, en definitiva, los aspectos que te enseñarán cómo ser un buen orador.
Características de un buen orador
1. Preparación
La primera de las características de un buen orador tiene que ver con la preparación.
Dominar un tema antes de exponerlo es crucial para mostrar seguridad y destreza al hablar. La dedicación que le imprimas al aprender sobre lo que se hablará te dará las herramientas para anticiparte si hay preguntas.
Además, el prepararte te permitirá mantener un discurso sólido, de valor, sin titubeos ni pausas innecesarias, factores de gran importancia para captar y mantener la atención del público que te escucha y para transmitir credibilidad.
Para aquellos que decidan estudiar Derecho, Pedagogía, Ciencias de la Educación u otras carreras, la oratoria es un requisito inamovible para el buen ejercicio de su disciplina. ¿No nos crees? Ve cómo es una habilidad profesional muy valiosa: si estás frente a un jurado para defender a un acusado, preparar tu discurso inicial es el primer paso para exponer la realidad, desde el punto de vista jurídico, de lo que pasó y por lo que está implicado el defendido.
2. Práctica
Entre las características de un buen orador, esta es clave.
Bill Gates, fundador de Microsoft y un gran orador, siempre ha dicho que para ser un experto en algo se necesitan diez mil horas de práctica. ¡Eso son 416 días! Si bien es cierto que no necesariamente es una regla, viene de alguien con mucha experiencia y credibilidad.
En términos aplicables al corto plazo, un buen orador entiende el valor de la práctica y la versatilidad que da la experiencia. Antes de montarse en una tarima, el orador dedica horas para encontrar la mejor manera de decir lo que quiere o necesita comunicar.
Esto involucra estudiar su dicción, su contenido, el tono de voz que usará, los gestos que le ayudarán atraer y conservar la atención del público, así como el argumento principal de su discurso.
3. Vocabulario
La tercera de las características de un buen orador es contar con un vocabulario amplio.
Si has ido a alguna conferencia, habrás notado que los oradores suelen tener un vocabulario que ayuda a llevar su mensaje de manera adecuada a su tipo de público.
En el caso de los profesionales. Un maestro, por ejemplo, debe adaptar su vocabulario a las características intelectuales, cognitivas y sociales de sus estudiantes. Esto lo sabe muy bien un egresado de Pedagogía.
¿Cómo ser un buen orador?
¡Estas fueron solo 3 de las características que distinguen a un buen orador!
Existen muchos otros factores que hacen que una persona en una tarima pase de explicar un punto a dar una clase magistral apoyado en técnicas de oratoria, así como hay varios tipos de oratoria.
Otra de las características de un buen orador, o al menos un punto en común que suelen tener los oradores, es que dedican tiempo a la lectura y tienen un hábito. Si te identificas con esto y te gustaría saber qué carrera puedes estudiar para ser un buen orador en tu campo, ¡descarga el siguiente material gratuito!
Escrito por Ana Romero
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